Desde que son pequeños, nos preocupamos porque nuestro hijos aprendan diversas funciones para que puedan desarrollarse y adaptarse al mundo tales como hablar, andar, alimentarse, leer, escribir, etc. Pero hay algo que se nos suele pasar por alto: Su emoción emocional.
Las emociones juegan un papel muy importante a lo largo de nuestra vida y puede causarnos muchos problemas si no sabemos gestionarlas bien. Entonces, ¿Por qué la educación emocional pasa a un segundo plano tanto en las escuelas como en casa? ¿Cómo se educan las emociones? ¿Qué papel juegan los cuentos en ese proceso?
La educación emocional.
La educación emocional en los niños es fundamental para su desarrollo y su personalidad. Si aprenden a reconocer lo que sienten y a saber gestionarlo, serán capaces de gestionar mejor las situaciones cotidianas que les ocurra.
En la infancia es cuando se crea nuestra base, en todos los aspectos, para tener un equilibrio en general de adulto. Muchos de los problemas que nos ocurren en la etapa adulta, tienen su origen en la infancia ya sea por algo que nos ocurrió o por no aprender herramientas para nuestro correcto desarrollo. Y aquí juega un papel clave nuestra educación emocional.
Si no tenemos una buena educación emocional, se puede ver reflejado de adultos en una autoestima baja, inseguridades y miedos, necesidades no cubiertas que generan dependencias tóxicas o vacíos difíciles de llenar.
Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, pero muchas veces la falta (o el exceso) de información puede llevarnos a cometer ciertos errores.
La familia es la primera escuela de educación emocional de los niños. Y es responsabilidad de los padres, el enseñarles esas herramientas para identificar y gestionar sus emociones para poder enfrentarse a las situaciones que la vida les depare.
Ahora seguramente te estarás preguntando ¿Y cómo les enseño yo esas herramientas?
La respuesta es simple, aprendiéndolas primero nosotros si no sabemos cómo hacerlo. La educación ha cambiado mucho y afortunadamente hoy se le empieza a dar más importancia a la educación emocional.
Puede que en tu época no fuera así. Tranquilo/a, también puedes aprender a gestionar tus emociones. Esto te ayudará en doblemente, por un lado para aplicarlo contigo mismo y, por otro lado, para enseñárselo a tus hijos.
La función de los cuentos para la educación emocional.
Los cuentos son una potente herramienta para dar a conocer a nuestros hijos las emociones. A través de las distintas historias, pueden ver cómo otros gestionan exitosamente distintas situaciones dónde las emociones son las protagonistas.
De esta manera, los niños aprenden que todas las emociones son válidas y tienen una función.
A través de los cuentos, los niños aprenden a asimilar sus sentimientos y a identificar las estrategias para manejarlos. Esto les proporciona una base emocional más fuerte, una mayor confianza en sí mismo y una buena autoestima.
Beneficios de los cuentos.
Los cuentos y los libros en general, tienen múltiples beneficios y son una herramienta excepcional para trabajar la educación emocional de los niños, e incluso de los adultos. Estos son algunos beneficios:
- Fomentan la imaginación y la fantasía.
- Hacen que los niños aprendan mientras se divierten y están entretenidos.
- Permiten la transmisión de valores y las consecuencias de nuestros comportamientos. La llamada “moraleja”.
- Ayudan a tomar decisiones en caso de situaciones similares.
- Sirven para ser conscientes de nuestras emociones y sentimientos.
- Independientemente de la edad y del momento, siempre te enseñarán algo nuevo.
- Desarrollan nuestra capacidad de empatía.
- Ayudan a aprender que no existen emociones malas o buenas, sino agradables o desagradables de sentir.
- Fomentan el desarrollo de la escucha activa.
- Estimula y favorece el desarrollo del lenguaje y la adquisición de normas.
- Fortalecer el vínculo familiar.
Cuentos recomendados.
‘Números y emociones’, de Sandra Alonso y Alicia Teba. (+1,5 años).
Es un libro que combina el aprendizaje de dos necesidades importantes en el aprendizaje de los niños: los números y las emociones.
Además, los números tienen relieve para que los niños puedan jugar a reseguir su forma. Cada emoción se relaciona con un número del 1 al 10, así como con un gesto o situación.
De esta forma, logramos que los niños sepan identificar lo que sienten en cada momento a la vez que trabajan la imitación, el conteo, la grafía de los números, la motricidad fina, la capacidad atencional y la psicomotricidad. El texto está escrito en letra mayúscula.
Colección «Sentimientos», de Tracey Moroney. (+2 años).
Es una colección de más de 10 libros que tratan sobre las distintas emociones a través de un tierno conejo que le van ocurriendo situaciones cotidianas dónde tendrá que lidiar con sus emociones.
Estas historias ayudan a los niños a conocer sus sentimientos, entender que todos son normales y a aprender a gestionarlos. Con ello, se consigue además que ganen autonomía y confianza en sí mismos.
«Las emociones de Nacho», de Liesbet Slegers. (+2 años).
Es un cuento para los más pequeños dónde a través de las situaciones cotidianas que le ocurren a su protagonista, Nacho, los niños pueden identificar las emociones básicas como el enfado, tristeza, miedo y alegría y las reacciones ante ellas.
Es un libro interactivo dónde se aprende sobre las emociones a través de las historias de Nacho y de las actividades que se proponen en cada historia.
«Así es mi corazón», de Jo Witek. (+3 años).
Es un cuento con el que podemos trabajar el autoconocimiento de los niños y les ayuda a pensar en cómo nos sentimos y por qué actuamos de una forma u otra.
En este cuento podemos ver como su protagonista nos va contando lo que ocurre en su corazón cuando está contenta, enfadada, triste, tiene miedo, etc.
El lenguaje que utiliza es sencillo y natural. Esto ayuda a que los niños a poner nombre a lo que sienten y a saber identificar sus causas. Es una buena herramienta para ayudar a los niños a reconocer y aceptar sus emociones y a saber gestionarlas.
“De mayor quiero ser… feliz 2”, de Anna Morató García. (+3 años).
Se trata de una colección de 6 cuentos cortos que nos ayudarán a fomentar la autoestima y la positividad en los niños.
El tesoro más preciado es un cuento sobre la importancia aprender a valorarnos y tener confianza en nosotros mismos.
El misterio del vaso medio es un cuento sobre la actitud positiva y como ésta puede ayudarnos a afrontar los problemas.
Un mundo mejor trata sobre tema de la empatía a través de tres elementos: la amabilidad, la honestidad y el respeto por los demás.
El cajoncito es un cuento que trata sobre el agradecimiento donde aprendemos a valorar las cosas buenas que nos pasan y a las personas que están a nuestro alrededor.
El juego de los mapas habla de cómo gestionar el esfuerzo y a saber gestionar la frustración cuando no conseguimos algo o nos cuesta más de lo que pensábamos.
Espejo, Espejito es un cuento que nos enseña a querernos a nosotros mismos y a buscar la felicidad dentro de uno mismo y no fuera.
«El monstruo de colores», de Anna Llenas. (+3 años).
Es un libro ilustrativo que ayuda a los niños a reconocer las emociones a través de los colores que tiene cada una. La alegría la identifica con el amarillo, el miedo con el negro, el enfado con el rojo, la tristeza con el azul y la calma con el verde.
A través del monstruo, los niños aprenderán a identificar las emociones y a saber manejarlas. Además, también disponen de los peluches del monstruo en cada uno de sus colores para que, una vex leído el cuento, puedas trabajar esas emociones con los niños en su día a día.
Se trata de una colección de cuentos dónde los protagonistas (niños y niñas de entre 3 y 7 años) deberán resolver distintas situaciones de conflicto ayudados por el Hada Menta.
A través de las historias que les pasan a los protagonistas, los niños aprenderán a cómo enfrentarse al enfado, las consecuencias de mentir, a gestionar mejor el tiempo o a aceptar las críticas.
Es un buen libro para trabajar la inteligencia emocional, el comprender a los demás para relacionarse mejor y mirarnos a nosotros mismos para comprendernos mejor.
“Caracol Col Col”, de Carmen Parets Luque. (+4 años).
Es un cuento infantil en el que se fomenta la autoestima de los niños y el valor de querernos tal y como somos. Podremos trabajar:
- Reconocer y valorar nuestras cualidades personales y aceptar las diferencias con la de los demás.
- Fomentar la seguridad y confianza en uno mismo.
- Desarrollar la personalidad de los más pequeños.
Es un libro con desplegables donde a través del monstruo se les enseña a los niños a expresar las emociones de forma sencilla a través de situaciones conocidas.
Al final de cada página hay una máscara que expresa cada emoción que los monstruos describen. Con estas máscaras y a través del juego, los niños se ponen en el lugar del otro, dramatizan y pueden responder las preguntas de cada página para aprender a expresar como se sienten.
“Mis emociones: juego y me conozco”, de Isabelle Filliozat y Virginie Limousin. (+5 años).
Es un libro cuyo objetivo es que los niños conozcan las emociones a través de juegos como dibujar, recortar, pegar, sopas de letras, etc. A través de estas actividades, conocerán las emociones principales y aprenderán a identificarlas.
Además, incluye pegatinas para usar en el libro y una guía para padres y madres con instrucciones para ayudar a los niños en el proceso de autodescubrimiento y conciencia de las emociones.
«El gran libro de las emociones», de Esteve Pujol, Rafael Bisquerra y Carles Arbat. (+6 años).
Es una recopilación de 30 divertidos cuentos sobre las emociones y sentimientos para que los niños aprendan a identificarlas y manejarlas a través de las herramientas que propone.
Además, cuenta con una guía para padres que resulta de gran ayuda para el acompañamiento de este proceso y profundizando en cada emoción.
Los temas que tratan los distintos cuentos son: el amor, la alegría, la rabia, la empatía, el respeto, la muerte, la envidia, la empatía, la autoestima, la vergüenza, el miedo, la ilusión, el aburrimiento, la compasión, la decepción, la confianza o el bullying.
Cada cuento viene acompañado de una ficha para trabajar las situaciones cotidianas que nos suceden y ofrecen claves para saber manejarlas correctamente.
«Emocionario», de Cristina Núñez Pereira y Rafael Romero. (+7 años).
Es el diccionario de las emociones. En muchas ocasiones confundimos las distintas emociones, por ello es importante saber qué significa cada emoción. En el libro se detallan de manera clara y simple 42 estados emocionales.
Se puede usar a partir de los 3 años acompañados de un adulto para poder obtener del libro el máximo beneficio.
Conocer las emociones, identificarlas y saber manejarlas adecuadamente permitirá a los niños afrontar eficazmente las situaciones adversas con las que se encuentren a la vez que adquieren y enriquecen su vocabulario.
Además aprenderán a relacionarse con los demás con unas fantásticas ilustraciones y textos explicativos.
‘Diario de las emociones. Pon color a tus emociones’, de Anna Llenas. (+8 años).
Es un diario que nos ayuda a sentir nuestras emociones, reconocerlas y expresarlas de manera creativa, gestionándolas a través de diferentes ejercicios prácticos que se proponen: dibujar, pintar, escribir, etc.
En este libro podremos conocer las emociones, ver cuál es la función de cada una y cómo la expresamos. Luego se realiza diferentes actividades relacionadas a cada una de estas emociones.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=35&v=X73l12Fwi7Q&feature=emb_logo
‘Cómo quitar el Grrrr al enfado’, de Elizabeth Verdick. (+8 años).
Es un excelente libro para enseñar a los niños a controlar la ira. Les ayudará a identificar, medir y gestionar la rabia o enfado.
Con un lenguaje sencillo y claro se les enseña estrategias para controlar esta emoción a través de ilustraciones y esquemas que les explican las razones por las que las personas nos enfadamos, cómo se pueden dar cuenta que están enfadados y cómo vencer los sentimientos negativos que el enfado les provoca.
El texto aconseja fórmulas muy apropiadas para los niños superen el enfado o incluso lo eviten. También les explica qué hacer si no han podido controlarlo.
«Recetas de lluvia y azúcar», de Eva Manzano y Mónica Gutiérrez Serna. (+9 años).
Es libro para trabajar las emociones cuando ya se tiene una concepción más amplia de las emociones. Usa un lenguaje poético en las descripciones de las emociones y proporciona “recetas” para aliviar las sensaciones negativas y potenciar las positivas.
En este libro también se aborda el tema de cómo a veces las emociones pueden permanecer ocultas y por eso se vuelven difícil de identificar.
A través de un mapa del cuerpo humano, nos ayuda a identificar cada emoción, cuál es su origen en nuestro propio cuerpo (estómago, boca, ojos, labios, ombligo) y a darnos cuenta de que no siempre nos hablan de la misma manera.
“Laberinto del alma”, de Anna Llenas. (+ 6 años).
Es un libro donde se recorre, una por una, un conjunto de emociones y se detalla su significado, los sentimientos que caracterizan a esa emoción, cómo afecta a nuestro ánimo o forma de actuar Es como un diccionario de los distintos estados de ánimo, emociones y sentimientos.
Explica las emociones a través de la metáfora del alma, la cuál tiene distintos rostros, pensamientos y sentimientos. Algunos de ellos nos aportan energía y otros nos la restan.
En el libro se invita a los niños a que viajen a través de su interior, como si se tratase de un laberinto en el que cada uno elige su estrategia para salir.
Conclusión.
Espero que os haya gustado esta recopilación de los libros. Estoy segura que serán una herramienta fantástica para ayudar tanto a padres como a hijos a trabajar la educación emocional a través de juegos y la lectura.
Es una buena forma de combinar el aprendizaje emocional y pasar tiempo con nuestros hijos. Recuerda que, la infancia es la etapa donde se forja nuestras inteligencias y habilidades. Hay que ayudarles a trabajar en cada área para que de adultos tengan un equilibrio personal y profesional.