En muchas ocasiones oímos que usar el sentido del humor para afrontar las adversidades es bueno. Aparentemente puede resultar sencillo de aplicar, pero no lo es ya que requiere de práctica y saber cómo hacerlo sin que nos perjudique. ¿Cómo podemos activar nuestro sentido del humor?
El humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo.» Sigmund Freud.
¿Qué es el sentido del humor?
El sentido del humor es una de las fortalezas psicológicas del ser humano. Constituye un rasgo positivo porque hace que la persona que lo tiene pueda experimentar diversos beneficios psicológicos y físicos.
El sentido del humor es algo innato en el ser humano. Todos tenemos un sentido del humor propio, único y diferente independientemente de la cultura, la raza o la edad.
No es necesario ser humorista para que funcione, todo el mundo puede usar el sentido del humor positivo para afrontar las situaciones que van surgiendo en la vida. Es uno de los mejores antídotos para (casi) todo.
Según la clasificación VIA de fortalezas personales se consideran como componentes del sentido del humor el gusto por la risa y las bromas; la capacidad para hacer reír a otras personas y una perspectiva positiva de la vida.
Rod A. Martín es uno de los grandes investigadores del humor y la risa a nivel internacional. Su investigación se centra principalmente en la naturaleza de la risa y del humor y cómo éstos afectan a la salud y el bienestar psicológico.
En España, podemos destacar a José Elías, experto y pionero en la aplicación y divulgación de la risoterapia.
Beneficios del sentido del humor.
- Antídoto para las distorsiones cognitivas.
Desarrollando nuestro sentido del humor podemos tener una interpretación de los hechos menos distorsionada y menos dramática. Además, ayuda a combatir los “Deberías” y la sobregeneralización.
- Hace que vivamos en el presente.
Para poder reírse de algo hay que verlo en el momento actual, esto nos ayuda a centrarnos en el aquí y ahora.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
Cuando somos capaces de verla la parte buena de las cosas o llevarlo a un extremo gracioso, aprendemos a quitarle la importancia innecesaria y hacer las cosas más llevaderas.
- Ayuda a aceptar la realidad.
Para poder hacer una broma de algo negativo que te ha ocurrido, se necesita primer haberlo aceptado. Cada persona necesita su tiempo especifico para aceptar aquello que le ha hecho daño, pero el humor hará que esta aceptación sea más efectiva.
- Nos ayuda a ser más flexibles.
Tener sentido del humor otorga la posibilidad de ver las cosas con más amplitud, no sólo en blanco o negó, bueno o malo. Y esto ayuda a ser más tolerantes en cualquier situación sea ideológica, cultural, sexual o social.
- Nos proporciona positividad.
Enfrentarte a las situaciones con sentido del humor hace que desarrollemos nuestras emociones positivas y minimicemos el impacto que tienen las emociones negativas sobre nosotros.
- Ayuda al organismo.
La risa reduce la tensión muscular, incrementa el oxigeno en sangre, ejercita el corazón, el aparato circulatorio y la producción de endorfinas.
- Gran habilidad social.
Con el sentido del humor podemos crear un buen ambiente dentro de un grupo de personas ya que genera alegría y relajación.
Además, podemos usarlo para animar a otra persona a que relativice lo que le ha ocurrido.
- Apaga la ira y el rencor.
Cuando algo nos enfada o provoca rencor en nosotros, podemos actual impulsivamente y esto nos puede perjudicar. Usar el sentido del humor para apagar estas emociones negativas, nos ayudará a prevenir consecuencias peores.
- Ser más resilientes.
El sentido del humor es una de las características de la resiliencia. Ayuda a enfrentarse a situaciones difíciles y salir fortalecido de ellas porque hace que lo veamos desde otra perspectiva y actuemos de forma proactiva.
¿Qué no es sentido del humor?
- Reírse todo el tiempo.
No significa que estemos todo el día riéndonos a carcajadas ni por todo lo que veamos. Consiste más bien, en aprender a enfrentarnos a la vida de manera alegre, restándole importancia a lo que no la tiene.
- Reírse de los problemas de alguien.
Si alguien está pasando por un mal momento o te pide ayuda, es importante escucharle y saber cómo ayudarle usando el sentido del humor correctamente, sin reírte ni banalizar su problema.
- No dar importancia a lo que sí la tiene.
Relativizar las cosas con el sentido del humor no significa pasar de todo y no ocuparse de aquello que tienes que hacer. Es enfrentarte a ello con las herramientas adecuadas.
- Reírse de alguien.
Usado mal podemos hacer mucho daño a la otra persona. Cuando nos reímos de algo o de alguien buscamos tener una posición de superioridad a costa de humillar al otro.
- Contar chistes desagradables.
El humor puede unir a un grupo pero también desunir. Un chiste puede esconder una burla hacía otro colectivo y esto puede hacer de diferenciador entre el “nosotros” (los que apoyamos esa idea) y el resto.
- Reírse de uno mismo/a sin aceptarlo antes.
Muchas veces nos ponemos una máscara sobre nuestros defectos delante de las personas para hacer ver que no nos duele aquello que nos dicen o sentimos. Esto no es sentido del humor. Si no se acepta primero una característica propia, no lo uses así porque estarás perjudicándote más.
Consejos para desarrollar el sentido del humor.
Mirar a tú alrededor: Aprender a ver las cosas con sentido del humor lleva práctica. Puedes aprovechar para apreciar las cosas que ves a diario y pasan desapercibidas para desarrollarlo.
Juega con el lenguaje: Las palabras tienen muchos significados, podemos quedarnos con la connotación negativa o la positiva. Está en ti la elección. Por ejemplo, si te suelen decir que eres cabezón/a, puedes verlo desde la parte negativa o bien considerar que es algo positivo ya que te ayuda a conseguir tus propósitos.
Ver algo que te haga reír: Para cambiar el chip en un momento dado, podemos ver una película, serie o vídeo gracioso que nos ayude a mejorar nuestro estado de ánimo.
Saber distinguir lo que es jocoso de lo que no: Para evitar pasar malos momentos o hacer sentir más a otros, tenemos que aprender a saber qué situaciones son graciosas o permiten decir algo chistoso y cuáles no.
Es un arte ser gracioso: La línea entre el humor bueno y el mal gusto es muy fina. Hay que saber dónde están los límites para no hacernos daños a nosotros mismos/as ni a los demás.
Llevar algo a lo absurdo: Sin querer, muchas veces aumentamos la importancia de las cosas cuando no la tiene. Aprender a llevar algo al extremo para que se convierta en algo absurdo y gracioso, te ayudará a relativizar las situaciones.
Películas y Libros recomendados
- Ocho apellidos vascos. (2014)
- Sin rodeos. (2018)
- La máscara. (1994)
- Los minions. (2015)
- El sentido del humor: manual de instrucciones. Eduardo Jauregui.
- Maldito Karma. David Safier
- Magia Inesperada. Gema Samaro
Conclusión
Por lo tanto, un sentido del humor positivo, puede ayudarnos a afrontar los problemas y desajustes de la vida, porque pone nuestros problemas en perspectiva. Nos ayuda a abrir el abanico de posibilidades y no a quedarnos con la peor opción.
Disponer de un buen sentido del humor hace posible el reírnos de nosotros mismos y, en general, de todo. Permite que los pequeños y grandes problemas, los errores e imperfecciones, los desastres y las amenazas se relativicen. Todo esto, sabiendo cómo hacerlo de forma sana.
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