Cada vez que escuchamos la noticia de que un niño se ha suicidado por sufrir bullying en el colegio nos estremecemos, pero no llega más allá en nuestra conciencia a no ser que lo vivamos de cerca. Incluso son muchas las ocasiones en las que un menor muestra señales de estar atravesando por este calvario y los adultos que le rodean, incluidos sus progenitores o sus profesores, dicen no haberse percatado cuando se produce un fatal desenlace.
Pero ¿qué es el BULLYING?
Según el estudio realizado para el Defensor del Pueblo-UNICEF por el Centro Reina Sofía, los criterios son: que la víctima se sienta intimidada, excluída, que perciba al agresor como más fuerte, las agresiones vayan aumentando en intensidad y que preferentemente tengan lugar en el ámbito privado.
Existen diversos tipos de bullying en el colegio. Habitualmente empieza por formas más “leves” como el maltrato verbal (insultos, motes), pasando a formas más perversas como el maltrato psicológico (humillaciones, amenazas) o el maltrato físico directo (como pegar o empujar) o indirecto (como robar o esconder cosas).
La forma de acoso más utilizada en la actualidad es el denominado ciberbullying, que consiste en utilizar las redes sociales para amenazar, humillar, distribuir imágenes, etc. Este tipo de acoso implica un daño psicológico mucho mayor por la difusión que alcanzan los contenidos.
El ciberbullying según Reizábal y Sanz (2014) se ve favorecido por la impunidad del agresor que puede mantenerse más fácilmente en el anonimato, el favorecimiento de la ausencia de empatía ya que carece de retroalimentación, la inmediatez de la gratificación por la ausencia de riesgo y la tendencia a despersonalizar y cosificar a la víctima, ya que no hay contacto físico o emocional.
Víctimas de Bullying en el Colegio
No existe un prototipo de víctima de bullying en el colegio, realmente lo puede ser cualquier chico o chica, de cualquier edad, desde educación infantil hasta el bachillerato, aunque en este período desciende el número de víctimas. Así mismo, se produce en cualquier colegio, sea público o privado, independientemente del nivel social de la zona.
Las víctimas del acoso escolar no se caracterizan por tener un perfil distinto a cualquier otro compañero, aunque en ocasiones, el hecho de ser “diferente” puede favorecer el maltrato. Recientemente hemos conocido casos como el suicidio de Arancha, una adolescente discapacitada en Madrid, o el de Alan, un joven transexual de 17 años de Barcelona que, tras ser reconocida su identidad, se suicidó porque no aguantaba la presión a la que estaba sometido por sus compañeros.
Realmente cualquier característica puede ser motivo de burla, insulto y a partir de ahí incrementar la escala de agravio. Ser “gordito”, llevar gafas, tener un color diferente, incluso tener una sensibilidad especial, pueden ser blanco de las “bromas” que posteriormente llevan en el bullying en el colegio.
[bctt tweet=»El ciberbullying se ve favorecido por el anonimato del agresor» username=»Serendipia_psic»]Las Secuelas del Bullying en el Colegio
Las secuelas psicológicas del bullying en el colegio son muy importantes. Un estudio retrospectivo realizado sobre cerca de 4.000 adolescentes publicado en la revista BMI (British Medical Journal) elaborado por profesionales de la Psicología y Psiquiatría de las Universidades de Oxford, Bristol, Warwick y Londres, vincula haber sufrido bullying en el colegio durante la adolescencia (13 años) con el 30% de las depresiones a partir de los 18 años.
Así mismo, este grupo de personas tiene el doble de probabilidad de mostrar tristeza patológica que la tasa media de la población.
Las víctimas de bullying en el colegio son más propensas a padecer problemas de salud mental, sobre todo ansiedad y depresión a corto plazo, y fobia social y baja autoestima en el futuro. Según el Estudio Cisneros X sobre “Violencia y Acoso Escolar”, el 54% de las víctimas de acoso escolar presenta síntomas de estrés postraumático como pesadillas, ansiedad, insomnio, flash back o pánico; el 55% sufre depresión y el 53% tiene una imagen negativa de sí mismo.
El Bullying o Acoso Escolar es una lacra de nuestra sociedad. Desde Septiembre de 2004, cuando Jokin con 14 años decidió precipitarse desde la muralla de su pueblo, Hondarribia, hasta el pasado mes de Octubre en que Diego con 11 años se suicidó tirándose desde la ventana de su casa en Leganés, son muchos los niños/adolescentes que se han quitado la vida por no poder aguantar más el acoso al que estaban sometidos.
En ambos casos sus padres declararon que no tenían constancia de que su hijo estuviera sufriendo acoso, y lo mismo alegan sus centros escolares. Y esto no es algo extraño: el acoso escolar está oculto, la víctima calla y no denuncia porque piensa que no le van a creer o que si lo hace empeorará su situación. Del otro lado, los acosadores obtienen beneficios de la situación al aumentar su poder o popularidad entre sus compañeros.
Por último, están los observadores pasivos, no denuncian la situación por no meterse en líos o ser impopulares, con lo que legitiman el acoso.
Pero los casos de suicidio son sólo la punta del iceberg. Únicamente entre el 10% y 20% de los abusos son denunciados o salen a la luz, la mayor parte por ser maltrato físico; el resto, entre el 80% y el 90% de los casos, es acoso psicológico y queda oculto, causando graves consecuencias en sus víctimas, tanto mientras lo están sufriendo como en secuelas futuras.
Cosas que quizá te puedan interesar sobre el Acoso Escolar
Acoso Escolar y Ciberacoso: Propuestas Para la Acción