Ejemplo de carta para cuando estés triste
Esta es la continuación del artículo: Carta para cuando estés triste
Aquí te dejo el ejemplo de mi carta para mis días tristes.
Hola guerrera,
Si estás por aquí, en esta carta leyéndome, es porque estás teniendo uno de esos días de perros, de bajón total. Primero de todo, decirte que no te machaques por ello. Es normal tener días tristes, permítete sentirlos.
No siempre debes ser fuerte, valiente y luchadora. Todo eso ya sabes que lo eres. Pero también tienes derecho a estar cansada y mandarlo todo por un día a la mierda. Y sí, hoy es un día de esos. Hoy es un día que tienes que dedicártelo exclusivamente para ti.
Porque las heroínas de andar por casa también tienen derecho a dejar la capa colgada en la percha para desconectar y descansar.
No tienes porque sonreír ni poner buena cara a la gente si no te apetece, hoy te lo puedes permitir. Las máscaras, después de usarlas mucho tiempo, pueden hacer heridas. Fuera también.
No sé qué te ha traído por aquí, si una desilusión, ver como no llega lo que tanto anhelas, un mal día o una acumulación de intentar ser fuerte durante mucho tiempo. En cualquier caso, qué mejor que acudir a ti misma. Nadie te va a conocer y comprender mejor que yo.
Por todo esto, quiero que intentes cogerte lo que queda de día para ti. No hay excusas que valgan. El resto del mundo puede esperar. Ponte lo más cómoda posible y sólo disfruta.
Ve a tu habitación y pon un cartel de no molestar. Túmbate en la cama o cerca de la ventana, en ese rinconcito que tanto te gusta y ponte música. Seguramente elegirás música tristona, no pasa nada, es la que necesitas ahora mismo.
Respira profundo y deja que salga todo lo que tienes acumulado. Permítete llorar y si necesitas gritar, coge un cojín o la almohada y hazlo. Que no te dé vergüenza ni pena hacerlo. Créeme, luego te sentirás mucho mejor. Como dice Shrek, mejor fuera que dentro.
Cuando ya hayas desahogado todo lo que necesitas, escucha qué te ha querido decir tu tristeza con todo esto. Puede que no la entiendas del todo, es cuestión de práctica. Al menos, has dejado que exprese y se libere esa presión dentro de ti.
Si te apetece, puedes ir a comerte un trocito de chocolate. No sé qué tendrá el chocolate que lo cura todo. Y para finalizar, date una ducha relajante.
Y si te apetece, busca a alguien de la casa para darle (y que te dé) un abrazo de esos que te reinician. Puede ser un familiar, tu gata (si se deja) o tu perrita (más probable que se deje). Sino abrázate a ti misma, que también es importante quererte y darte mimos.
Recuerda, si no hubiera días lluviosos no sabríamos apreciar los días soleados. Ambos te gustan y los disfrutas. Y en cada uno aprovechas para hacer cosas distintas pero que te llenan. Lo mismo pasa con los días tristes. Simplemente, aprovéchalos.
La tristeza es tu amiga y sólo quiere ayudarte. Deja que lo haga. Permítete estar triste y que te dé igual lo que otros piensen. Desde aquí, te doy las gracias tristeza por escucharme y ayudarme hoy que te necesitaba.
Gracias por acudir a mí en este día. Mañana seguro te sentirás mejor. Pero el día de hoy es tan necesario como el de mañana.
Un enorme abrazo:
Tu yo interior.
Espero que esta carta te sirva de ejemplo para crear la tuya propia. Debes personalizar tu propia carta para que te sientas identificadx.
Si te resulta complicado realizar tu propia carta o quieres feedback, ponte en contacto conmigo o escríbeme en los comentarios.