La eyaculación precoz es una de las dificultades sexuales que más preocupa a los hombres, pero también a sus parejas. Si quieres saber más acerca de la eyaculación precoz y de cómo superarla en pareja, te invito a que continúes leyendo este post.
Normalmente éstas pueden sufrir de diferentes formas, ya sea porque ven afectado su propio disfrute sexual, se preocupan por su chico o porque no saben muy bien cómo responder a esta situación, qué hacer o qué decir.
La eyaculación precoz, junto con los problemas de erección, constituyen los motivos de consulta sexológica más frecuentes en el caso de los hombres. Que ellos se preocupen por el tiempo que tardan en eyacular significa que, además de ser conscientes de su propio placer, se preocupan por la satisfacción de la pareja sexual e incluso se sienten muy responsables del éxito o el fracaso de la relación sexual.
Antes la eyaculación precoz no era un problema
Y es que hubo una época no tan lejana en España, en la que el placer de la mujer no era tan importante e incluso se consideraba cualquier signo de disfrute de ella como algo pecaminoso. De este modo, a la mujer se le llegaba a considerar como un mero recipiente para satisfacer las necesidades del esposo.
Ellas accedían de forma sumisa a los requerimientos del matrimonio. Así que, ¿por qué se iban a preocupar los hombres de postergar su eyaculación? ¡Si nadie se quejaba de cuanto se tardase en eyacular!
Placer compartido
A este cambio han contribuido mucho factores, principalmente el nuevo papel de la mujer en la sociedad, en la cual ha alcanzado una mayor independencia con respecto al hombre, sobre todo en lo que respecta al tema económico y legal. Ella ahora puede llevar a cabo una planificación familiar gracias a los métodos anticonceptivos y es consciente de sus derechos, entre ellos el derecho al placer sexual.
Cada vez más mujeres expresan su sexualidad de forma libre, experimentando con nuevos juegos y nuevas reglas sexuales, disfrutando de la masturbación, comunicando a sus parejas qué les hace disfrutar y que no, e incluso tomando la iniciativa en muchas ocasiones.
Ante este nuevo papel de la mujer, hay hombres que se sienten muy cómodos pero hay otros muchos que no lo llevan nada bien. Las nuevas exigencias amorosas hacen que muchos de ellos se bloqueen o que se tengan que reciclar para estar “a la altura de las circunstancias”.
Sobre todo después de frases lapidarias y, dígase de paso, no del todo ciertas como la que dice eso de “no hay mujeres frígidas, sino hombres inexpertos”.
El caso es que unas relaciones sexuales sanas y responsables son aquellas que buscan el placer sexual compartido, por eso si tu chico o tú no os sentís satisfechos con vuestras relaciones sexuales, la comunicación en la pareja resulta de vital importancia.
¿Qué es la eyaculación precoz?
Hablamos de eyaculación precoz cuando el hombre tiene una falta de control sobre el reflejo eyaculatorio y eyacula antes de lo que él y/o su pareja desearían. Esto puede ocurrir antes de la penetración en respuesta a una mínima estimulación y durante o poco después de la penetración.
Por tanto, no se habla de un tiempo concreto que determine si un hombre es o no es un eyaculador precoz. Se trata más de una cuestión de percepción personal y de gustos que de un cronómetro.
Por esto mismo y sirviendo de ejemplo, un tiempo de eyaculación de 4 minutos puede resultar un tiempo satisfactorio para unas personas y para otras puede resultar insuficiente o incluso excesivo.
Esto me recuerda a un caso visto en consulta en el cual, el marido estaba verdaderamente preocupado porque creía que su tiempo de eyaculación era muy corto y temía no satisfacer plenamente a su mujer.
Nada más lejos de la realidad, ya que su mujer estaba más que satisfecha y según sus palabras: “si mi Luis tardase en eyacular cinco minutos más ¡no lo aguantaría! Para mí cuenta más la calidad que la cantidad ¡Estoy más que servida!”. Este caso evidencia, una vez más, la importancia de la comunicación sexual de la pareja.
¿Cuándo resulta ser un problema?
La rapidez en la eyaculación, resulta ser un problema cuando la situación se convierte en algo habitual y está provocando malestar individual y/o de la pareja, estar afectando a sus relaciones interpersonales y a su autoestima. Algunos hombres incluso, llegan a aislarse socialmente o temen iniciar una relación de pareja por miedo o vergüenza a eyacular demasiado rápido.
En cualquier caso, lo recomendable es acudir a un especialista sexólogo que realice una valoración personalizada para determinar las posibles causas del problema eyaculatorio, evaluar cómo está afectando a la persona y/o a su pareja y proponer el tipo de tratamiento más adecuado a sus circunstancias.
¿Cuál es la causa de la eyaculación precoz?
Las causas pueden ser tanto orgánicas como sociales o psicológicas, o una combinación de éstas. No obstante, las investigaciones realizadas parecen indicar que los factores psicológicos son los principales promotores de la eyaculación precoz, tanto la primera vez que aparece como en las sucesivas veces que vuelve a aparecer.
Aquí hay una muestra de posibles causas psicológicas de la eyaculación precoz:
- Una excesiva preocupación del hombre por satisfacer a la pareja sexual.
- Anticiparse al fracaso, sobre todo si ya se ha experimentado una situación de eyaculación precoz, lo que genera un gran temor a que vuelva a suceder.
- Inseguridad por la inexperiencia
- Experiencias sexuales traumáticas o desagradables
- Relaciones sexuales o hábitos de masturbación realizados con rapidez y de forma furtiva por temor a ser descubierto.
- Escaso conocimiento de su cuerpo.
- Expectativas de rendimiento excesivas o poco realistas, muchas veces aprendidas de la pornografía.
- Problemas de pareja
¿Cómo vive él la eyaculación precoz?
Lo más habitual es que, cuando el hombre percibe que su eyaculación es demasiado rápida siente una gran frustración e incluso puede experimentar sentimientos de vergüenza ante su compañera o compañero sexual.
Otro sentimiento que suele presentarse en ellos es el de sentirse “poco hombres”, porque sienten que no están cumpliendo con las expectativas sexuales que espera su pareja y por tanto, piensan que no están satisfaciéndola como debería.
En muchas ocasiones, la situación puede llegar a generar ansiedad, lo cual no mejora el problema e incluso hace que se vuelva a repetir. Solo de pensar que esto les puede volver a suceder no les permite disfrutar plenamente de la relación sexual, con lo cual siguen perdiendo el control de su eyaculación.
¿Cómo actúa la persona que sufre este problema?
Una persona que afronta esta dificultad de forma positiva, puede posponer la penetración y realizar otro tipo de juegos sexuales no centrados en su pene, como por ejemplo realizar a la pareja sexo oral, estimularla con la mano o realizarle un masaje erótico.
Otra forma sana de actuar es consultar a un especialista en sexología que valore el caso y pueda ayudarle a superar esta dificultad.
Por otra parte, hay hombres que prefieren evitar el problema, por miedo a que vuelva a suceder. De modo que los que tienen pareja ponen excusas o sabotean todo intento de relación sexual, otros no se atreven a iniciar una relación amorosa o de amistad por si surge “tema” y algunos incluso se aíslan socialmente.
No afrontar el problema de forma activa puede empeorarlo, de forma que lleguen a aparecer otros problemas sexuales derivados, como la falta de deseo, la disfunción eréctil o la aversión sexual (asco al sexo).
¿Cómo reacciona la pareja de alguien que sufre eyaculación precoz?
El papel de la pareja en la superación de esta dificultad sexual, resulta de verdadera importancia. Según se tome esta situación y la forma en que se actúe puede repercutir de forma positiva o negativa en el desarrollo del problema.
De este modo, adoptando una actitud beneficiosa, la pareja puede ayudar a que su compañero se sienta mejor consigo mismo y con su sexualidad y a su vez colaborar para que se supere la eyaculación precoz.
Por otra parte, si se adopta una postura negativa no se está ayudando a resolver el problema e incluso puede ser la causa de que la eyaculación precoz se presente una y otra vez y que ambos miembros de la pareja se sientan cada vez peor.
De hecho, es frecuente que algunas de ellas se resignen y por no molestar a su pareja se callen de modo que renuncian a su propio placer e incluso rehúyan cualquier forma de contacto sexual con la pareja y lleguen a presentar problemas de deseo.
Otra reacción habitual de la pareja de un eyaculador precoz es expresar su enfado y descontento por no sentirse satisfechas sexualmente. De esta forma, le acusan y le responsabilizan a él como la causa de su insatisfacción sexual. Lo que me lleva a preguntaros, ¿creéis que el éxito de una relación sexual es solamente responsabilidad de uno de los miembros de la pareja o de ambos?
¿Cómo puede ayudar la pareja para que se supere esta situación?
Cuando suceda la primera vez, es importante mantener la calma y no tomarlo como algo negativo. Un pensamiento positivo que puede ayudar a relajarte es pensar que te desea tanto y le resultas tan excitante ¡que no ha podido controlar el momento de la eyaculación! Luego, puedes iniciar con total naturalidad otro tipo de juegos eróticos, de modo que él se relaje y sienta que puede seguir contribuyendo a tu placer. Algunos de estos juegos pueden ser la estimulación oral y manual o incluso realizar el petting.
Otra cosa que resulta fundamental es no cargar contra tu chico, sino mostrarte lo más comprensiva posible. Recuerda que tú también eres la responsable de tu propio placer y que eyacule demasiado rápido no es excusa para dejar de disfrutar, ya que existen muchas alternativas que os pueden ser muy placenteras.
Por tanto, se trata de una buena ocasión para probar otros juegos que no se centren sólo en la penetración. Y pensándolo bien, resulta una excelente oportunidad para cambiar vuestra rutina sexual, explorar nuevas posibilidades y conoceros mejor.
Si la situación se sigue repitiendo asiduamente, sería el momento de consultar a un especialista sexólogo para que pueda valorar vuestro caso.
Una vez se concrete que la causa del problema es psicológica, se os recomendarán algunas sesiones de terapia psicológica durante las cuales os propondrán algunos ejercicios para realizar a solas o en pareja. Es aquí cuando se requiere la máxima colaboración de ambos.
Porque si la pareja se muestra colaboradora y participa del proceso en la superación de esta dificultad sexual, puede llegar a resultar una experiencia muy enriquecedora tanto en el plano erótico como afectivo.
Acudir a un profesional de confianza
Si crees que tú o tu pareja necesitáis ayuda para superar la eyaculación precoz es importante que acudáis a un profesional titulado y especializado en psicología y sexualidad, ya que os acompañará y, de forma personalizada y cercana, compartirá con vosotros técnicas para mejorar vuestra experiencia sexual.
considero indispensable la confianza con tu pareja para poner solucion a un problema como este que no solo afecta a quien lo padece. como bien comentais, es un problema que afecta a más hombres de lo que pueda parecer, aunque sigue siendo un tema tabú para muchos. Gtacias por el artículo.
Saludos
Jaime. M
Es cierto Jaime, como bien dices, la confianza con la pareja en fundamental y el trabajar los dos a la par para solucionarlo. Lamentablemente, sigue siendo tabú y produce cierta vergüenza en quién lo padece pero debemos afrontarlo y saber que tiene solución, aunque es cierto que implica paciencia y esfuerzos por ambos.
Saludos!