¿Por qué falla mi relación de pareja? (Mitos del Amor)
Uno de los motivos de consulta que más tenemos en nuestro centro en Valencia (España) van en referencia a un mal momento de pareja: celos, discusiones, apatía, problemas en las relaciones sexuales, infidelidades,… Muchos hablan de lo que “debería ser el amor”, “cómo tendría que ser su relación” o “cómo debería comportarse el otro/la otra”.
Una relación sentimental puede romperse por diversos motivos, pero si buscamos un denominador común en estos fracasos amorosos, encontraremos una falta de educación en el amor y en las relaciones sentimentales.
El cine, la música, las novelas e incluso nuestro entorno nos han hablado de “amor para siempre”, de encontrar la pareja perfecta o ideal para cada uno/a o la tan conocida “media naranja”.
El amor romántico se ha convertido en una fuente de ingreso de la que se lucran las productoras, las editoriales, las discográficas y un largo etcétera, bombardeándonos con mensajes que pueden marcar nuestra forma de ver la realidad, pues muchos buscamos ese vínculo idílico con esa otra persona.
¿Qué ocurre cuando eso no ocurre, cuando tu pareja no es la perfecta y todo resulta trabajoso y hay que esforzarse? Que llega la frustración.
Hablemos de los mitos del amor.
LOS MITOS DEL AMOR
Vamos a centrarnos en aquellos mitos del amor que pueden hacer arruinar una relación de pareja.
- Mito 1: Mito de la “media naranja”
Creencia: hay una persona predestinada para nosotros y sin él/ella nos sentiremos incompletos y jamás podremos ser 100% felices.
No nos ayuda porque… si no encontramos a esa persona, nos frustraremos y caeremos en desesperación, pues nunca podremos ser felices si no la tenemos a nuestro lado. Además, si sí la tenemos pero no se ciñe a nuestra persona perfecta, exigiremos al otro/ la otra ser esa persona ideal para nosotros/as.
La realidad: la felicidad no se encuentra en otra persona, sino dentro de nosotros/as mismos/as. Si creemos que la felicidad es gracias a otros, nos quitamos responsabilidades sobre nuestra felicidad y no nos esforzaremos en ser felices. Además, culparemos a esa situación de “no-pareja” de nuestra infelicidad, victimizándonos.
La felicidad es una actitud frente a la vida, no una persona que nos la facilite. Se puede ser feliz estando soltero/a, casado/a, en pareja,…
En el caso de sí tener esa pareja, debemos darnos cuenta de que no existe ese chico perfecto o chica perfecta, pues no lo somos ni siquiera nosotros mismos.
Hay una frase que solíamos decir mucho con mis amigas durante la carrera de Psicología aquí en Valencia: “Disney ha hecho mucho daño” y así es: se nos ha vendido un modelo idílico de pareja, un estilo de amor complicado de alcanzar.
Cuando tenemos a alguien al lado, pero ese alguien no es nuestro ideal de pareja, tenderemos a presionarle para cambiar a nuestro gusto. Tampoco funciona aquí el “ya le cambiaré cuando seamos pareja”, no nos engañemos: esperar o desear eso hace que realmente no estemos valorando o queriendo a esa persona tal y como es, sino a nuestro ideal de pareja.
Además, la decepción llegará cuando nos demos cuenta de que no ha cambiado o no quiere cambiar (¿cambiarías por tu pareja solamente porque él/ella quiere que lo hagas?, considéralo por un momento).
- Mito 2: Mito del emparejamiento o de la pareja
Creencia: la pareja heterosexual es algo natural y universal. La monogamia está presente en todas las épocas y culturas.
No nos ayuda porque: nos hace sentir que estar sin pareja es algo antinatural. Si no tenemos novio/a y creemos en este mito, podemos sentirnos mal con nosotros/as mismos/as o aguantar estar en pareja con alguien que no deseamos por el simple hecho de no estar solos/as.
Por otro lado, personas con orientación sexual diferente a la heterosexual pueden crear conflictos internos: se pueden sentir inferiores, extrañas o creer que hay algo malo en ellas.
La realidad: No hace falta tener pareja y mucho menos que tenga que ser heterosexual. Hay gente que prefiere estar soltera en épocas o toda la vida y no por ello tienen algún problema: es una elección de vida, ni más ni menos.
Tampoco es necesario tener una sola pareja al mismo tiempo, pues hay quiénes se decantan por otros estilos de amor como el poliamor, por ejemplo. (Puedes informarte más sobre esto en este artículo)
Respecto a la orientación sexual, sabemos de sobra que existen diferentes atracciones amorosas y sexuales hacia personas de diferente y/o igual sexo. No es algo escandaloso ni extraño que una persona sea homosexual o bisexual, dejémoslo claro.
- Mito 3: Mito de la omnipotencia o “el amor lo puede todo”
Creencia: creemos que el amor siempre puede superarlo todo y que, si además es verdadero, no hay obstáculos que puedan impedirlo. El amor puede solucionar todos los problemas, sean cuales sean.
No nos ayuda porque: es más propio de una novela dramática de Shakespeare o una película de adolescentes que de la realidad. Tener presente este mito nos puede dificultar a la hora de crear una buena relación de pareja, conformándonos en el hecho de que “nos queremos” y con eso basta. Podemos crear excusas para no modificar comportamientos o justificar los de los otros.
La realidad: El amor no lo puede todo y no es suficiente para todo. El amor es la base de una relación a construir, pero no solo basta con eso. Se necesita respetar, cuidar, entender, apoyar,… a la pareja y eso requiere de algo más que de solo quererle.
Si nos basamos en este mito del amor, no trabajaremos en la relación y crearemos vínculos difusos que pueden desencadenar en conflictos graves para nosotros/as y para el otro/la otra. Una relación conlleva trabajo y de esfuerzo de ambos/as integrantes.
- Mito 4: Mito de los celos
Creencia: considerar que los celos son un signo de amor e, incluso, algo indispensable en una relación.
No nos ayuda porque: los celos están en contra de la confianza y eso separa a las parejas. También tener esta creencia vigente puede hacernos consentir acciones o demandas de nuestra pareja (o al contrario: imponérselas nosotros/as) que hacen que nuestra (o su) libertad, nuestra (su) forma de ser y/o nuestra (su) vida en general se vea coaccionada por esos celos.
La realidad: Los celos se suelen usar para justificar comportamientos egoístas (la persona celosa estará más segura de que su pareja no va a hacer algo que peligre su estabilidad o le haga sentir inseguro/a), injustos (la inseguridad reside en la persona celosa), represivos (acortan la libertad de la pareja del celoso/a) y, a veces, violentos (fomentan la agresividad para que el otro/la otra acate las normas del celoso/la celosa).
Estar en pareja es algo voluntario, si estás con alguien, ambos/as establecéis una exclusividad (o ser liberales, siempre de acuerdo mutuo), por lo que no tendría que haber una sensación imperiosa de inseguridad o posibilidad de infidelidad. Pensar constantemente que se va a haber una infidelidad hace que estar en pareja suponga una tortura y eso aleja al propósito inicial de compartir con alguien la felicidad.
Todas las personas merecen la libertad de elegir con quien estar. Si consideras que tu pareja te puede ser infiel o cree que tú lo puedes ser quizá debas hablar con él/ella e ir a terapia de pareja o si piensas que es algo solamente de uno/a de los/las dos (baja autoestima e inseguridad) acudir a un profesional de la psicología para solventarlo (pero ojo, por el bienestar individual sobre todo).
- Mito 5: Mito de la pasión eterna
Creencia: la pasión de los primeros meses debería durar siempre, si no la hay, ya no hay amor y la relación está abocada al fin.
No nos ayuda porque: cuando la pasión inicial se vaya disipando consideraremos o nos empezaremos a plantear que ya no queremos de igual forma al otro/la otra y el amor se ha acabado. Esta creencia hará que saltemos de pareja en pareja, frustrándonos cada vez que pasen los meses y volvamos al mismo punto de calma de la pasión.
La realidad: el amor no es algo estático, es decir, es algo que va cambiando con el paso del tiempo y tenernos que entenderlo. Habrá veces que el amor sí se acabe a los pocos meses de iniciar una relación, pero este motivo será menos probable, sino que será el mismo amor el que se transforme.
Lamentablemente, no estamos educados en el amor y nadie nos ha enseñado que este comienza siendo la pasión y el enamoramiento que tanto deseamos, el no poder estar apartado/a de tu pareja y pensar en él o ella las 24 horas del día, pero que esto tiene fecha de caducidad.
Todo esto tiene su explicación: el encaprichamiento inicial puede hacer que nos apartemos de nuestra vida, hasta que lleguemos a descuidarla (incluso teniendo problemas de apetito o de sueño, por ejemplo) y no podemos continuar un largo tiempo en ese estado.
Yo lo compararía con la ansiedad: vivirla un largo tiempo trae consecuencias negativas, pues lo creas o no, ese estado de encaprichamiento a la larga tampoco es beneficiosa.
Las personas que confunden el enamoramiento o encaprichamiento con lo que “debería ser el amor” creen que este ha acabado a los 2-3 años de relación, coincidiendo cuando el enamoramiento comienza a extinguirse.
Este error puede llevar a que, como hemos comentado antes, no se pueda mantener una relación duradera más allá de unos 2 años y que constantemente se cambie de pareja llegado a ese punto.
El amor tiene sus fases y las relaciones cambian según la fase en la que se encuentren, pese a quien le pese, pues es algo natural.
La pasión, deseo y encaprichamiento va cambiando a compañerismo, cariño, amistad (diferente a la establecida con los amigos), apego e intimidad, es decir, algo diferente, pero sigue siendo amor.
- Mito 6: Mito del matrimonio y/o la familia
Creencia: llegar al matrimonio o formar una familia garantiza el bienestar y la perdurabilidad de la pareja.
No nos ayuda porque: casarse y/o tener hijos JAMÁS nos asegurará que una pareja vaya a ser más duradera.
La realidad: creemos que el matrimonio o formar una familia va a hacer que atemos al otro/la otra o que eso nos hará ser más felices en pareja. Esta idea suele surgir cuando vemos que hay problemas de pareja y es el peor error que podemos cometer. Habrá veces que sí, esas alegrías que traen un matrimonio o los hijos ayuden a la pareja, pero eso pasará en contadas ocasiones.
Lo más probable es que, si surte efecto y “atamos” al otro/la otra, lo hagamos en contra de su voluntad y cuando algo es obligación, no es por voluntariedad. Algo que no es voluntario no es agradable ni atrayente, por lo que no va a traer la felicidad a nuestra y pareja y, como consecuencia, tampoco a nosotros/as.
PARA TERMINAR
Tener claros estos mitos del amor y la dificultad que supone el mantenerlos para nuestra relación hará que mantengamos una vida amorosa sana y nos ahorrará más de un disgusto o sufrimiento.
Tener una relación sentimental debe de ser un beneficio para ambas personas que confían la una en la otra, se respetan y son sinceras; que se comunican y se apoyan, aceptan las diferencias y mantienen una independencia o autonomía personal al margen de la relación.
Tras ver todos los mitos del amor y las relaciones de pareja, ¿has identificado alguno que tengas? Déjanoslo en los comentarios y así veremos cuál es el más común y podremos escribir en profundidad sobre él próximamente para ayudaros.
Si lo necesitas, puedes pedirnos una cita aquí:
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buen post, definitivamente el ultimo punto es verdad, el matrimonio no garantiza afecto, yo estaba en una gran crisis de pareja pero gracias a consejos como este y en especial a un webinario gratis pude recuperar a mi ex pareja y mi relacion es ahora muy saludable.