Si estás buscando psicólogos especialistas en ansiedad, en Serendipia Psicología podemos ayudarte. Contamos con una amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos de la ansiedad.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un mecanismo natural que tiene nuestro organismo con la función de adaptarnos al medio y ponernos en alerta si hay algún peligro. La ansiedad nos proporciona precaución ante situaciones peligrosas con el fin de ayudarnos a sobrevivir.
Cierto grado de ansiedad nos ayuda a mantenernos concentrados y a afrontar los retos que se nos presenten.
Sin embargo, está ansiedad puede volverse en nuestra contra y provocarnos malestar. Esto ocurre porque el sistema de respuesta a la ansiedad está desbordado o funciona incorrectamente.
No es que se haya estropeado, sino que lo activamos inconscientemente de forma errónea, es decir, cuando no hay un peligro real.
Esto puede generar que nos sintamos paralizados e indefensos porque no tenemos control sobre la situación y lo que nos provoca.
Cuando la ansiedad es demasiado intensa o se presenta en situaciones inadecuadas, hasta el punto de interferir en las actividades cotidianas de la persona, se considera como un trastorno.
Los trastornos producen un deterioro en el funcionamiento psicosocial y fisiológica de la persona que lo padece. Cuando vemos que esto empieza a ocurrir, es conveniente buscar ayuda de psicólogos especialistas en ansiedad.
Tipos de trastornos de ansiedad.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad. Recomendamos encarecidamente, acudir a psicólogos especialistas en ansiedad si padeces alguno de estos trastornos de ansiedad:
- La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que se siente miedo al salir de lo que se llama tu “zona de confort” y esto hace que percibas peligro al creer que no podrás ser ayudado en caso de una crisis de ansiedad. Debido a ello, la persona tiende a evitar estos lugares.
- El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por la preocupación y la ansiedad excesiva ante situaciones cotidianas y sin peligro real. La preocupación es desmedida y difícil de. Por lo general, ocurre junto con otros trastornos de ansiedad o depresión.
- El trastorno de pánico implica la repetición de episodios donde se tiene ansiedad alta e intensa en un breve periodo de tiempo (suele ser en pocos minutos). Esto provoca temor y preocupación a que vuelva a ocurrir.
- El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad infantil que consiste en que los niños dejan de hablar en ciertas situaciones, a pesar de poder hablar normalmente cuando se sienten cómodos y seguros. Esto puede interferir en el funcionamiento escolar, laboral y social.
- El trastorno de ansiedad por separación es un trastorno que ocurre cuando un individuo experimenta ansiedad excesiva ante la separación del hogar o de un familiar.
- El trastorno de ansiedad social (fobia social) ocurre cuando se siente altos niveles de ansiedad, miedo y evitación de situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, timidez y preocupación por ser juzgados por otros.
- Las fobias específicas se caracterizan por el sentimiento de alta ansiedad cuando la persona se expone a objetos o situaciones específicos y esta situación conlleva un deseo de evitar dicha exposición. Las fobias pueden provocar ataques de pánico en algunas personas.
- El trastorno de ansiedad inducido por sustancias ocurre cuando se producen síntomas de ansiedad o pánico debido al abuso de drogas, el consumo de medicamentos, la exposición a sustancias tóxicas o la abstinencia de drogas.
Síntomas de la ansiedad.
La ansiedad se manifiesta en todos los niveles: cognitivo, emocional, físico y conductual. Es importante reconocer las distintas manifestaciones y acudir a los psicólogos especialistas en ansiedad en cuanto se detectan, ya que cuánto antes se detecte y se ponga los medios oportunos, antes resolveremos el problema y evitaremos que se convierta en algo más grave.
Los signos y síntomas frecuentes de la ansiedad comprenden los siguientes:
A nivel fisiológico:
- Aceleración del corazón o palpitaciones.
- Opresión en el pecho.
- Sudoración.
- Dificultades respiratorias.
- Tensión muscular.
- Temblores.
- Molestias digestivas.
- Mareos o sensación de inestabilidad.
A nivel cognitivo y emocional:
- Nerviosismo o angustia.
- Pensamientos catastróficos o negativos.
- Ideas obsesivas.
- Dificultades para concentrarse o para mantener la mente en blanco.
- Olvidos y distracciones frecuentes.
- Preocupaciones excesivas.
- Pensamiento acelerado.
- Dificultad para la toma de decisiones.
- Irascibilidad.
- Despersonalización.
- Derealización.
A nivel conductual:
- Bloqueos.
- Evitación de situaciones.
- Hiper-vigilancia.
- Cambios en el patrón de sueño y/o alimentación.
- Retraimiento en las relaciones sociales.
- Falta de control en las reacciones.
¿Dónde se siente la ansiedad?
Si te preguntaran en qué zona del cuerpo es dónde sientes la ansiedad ¿Cuál señalarías? Dependiendo de la persona, siente los síntomas físicos de la ansiedad en una parte del cuerpo o en otra. Como psicólogos especialistas en ansiedad, hemos visto en consulta que los más frecuentes son:
En el estómago: Malestar.
Es una zona muy común dónde podemos “vivir” las emociones. Pueden provocarnos náuseas, diarreas, dolor en la boca del estómago.
Esto ocurre porque la ansiedad afecta al sistema nervioso y el estómago es una de las zonas peor paradas.
Las emociones afectan al sistema nervioso. Hay algunos ejemplos de ello: lo que comúnmente solemos llamar mariposas en el estómago (en el enamoramiento), patada en el estómago (decepciones) o tener el estómago cerrado (por nervios).
En la garganta: nudo en la garganta.
En algunas personas, los síntomas físicos de la ansiedad se concentran más en la zona de la garganta, provocando una especie de nudo que dificulta el tragar, coger aire o respirar de forma normal.
En el pecho: Opresión en el pecho.
Es uno de los síntomas más comunes y que más suele asustar porque se puede pensar que se está sufriendo un problema cardíaco.
La ansiedad es un mecanismo de defensa y como tal, su función es la de sobrevivas, no provocarte daños o la muerte.
Esa presión en el pecho que sientes es una respuesta de pánico pero es inofensiva.
En el corazón: Taquicardias.
La ansiedad provoca que estés en alerta para huir o luchar ante un peligro. Para ello, debe movilizar el cuerpo y esto lo hace a través de un mayor flujo de sangre (sobre todo en las extremidades) a través del aumento del ritmo cardíaco.
El corazón bombea más sangre para distribuir mayor cantidad y con mayor rapidez para darte la energía suficiente para enfrentarse a ese peligro.
La diferencia está en que en la ansiedad patológica no hay un peligro real sino que está en nuestra mente. Al ver que tenemos esas taquicardias, podemos asustarnos, lo cual hace que aumenten las pulsaciones. Entrando así en un círculo vicioso.
En la boca: seca y pastosa.
Es una sensación desagradable, como si llevases horas sin beber agua o hiciese mucho calor y necesitas hidratarte. Se puede combatir bebiendo pequeños sorbos de agua. De nuevo, es una reacción del cuerpo ante la ansiedad.
Causas de la ansiedad.
Factores genéticos/hereditarios: Aunque su influencia es mucho menor que la del entorno, también es un factor a considerarse. Se ha descubierto que, en algunas personas, los genes hacen que la respuesta a la ansiedad sea mayor debido a su sistema nervioso.
Hechos traumáticos: Vivir una situación que te marca emocionalmente como puede ser un accidente de tráfico, un incendio o quedarte atrapado, entre otras, puede ser causante de provocar la ansiedad. Ésta puede ser circunstancial y desaparecer cuando concluye el problema o bien permanecer durante meses convirtiéndose en lo que se conoce como trastorno de estrés postraumático.
Consumo de drogas: El consumo y el abuso de sustancias estupefacientes pueden causar ansiedad, entre otras cosas. Incluso en algunas personas pueden producir ansiedad tanto la cafeína o como la teína.
Experiencias vitales significativas: En muchas ocasiones no es necesario haber sufrido un trauma para desencadenar episodios de ansiedad. Puede ocurrir tras situaciones de cambio vitales como puede ser un cambio de trabajo o residencia, un embarazo u otras situaciones que se salgan de nuestras rutinas.
Por aprendizaje/observación: El hecho de que personas de referencia para nosotros manifiesten ansiedad ante situaciones concretas, puede crear un aprendizaje vicario en nosotros y reproducir la misma reacción. Esto es debido a la supervivencia de grupo, es suficiente con que le pase sólo a una persona para que el resto lo aprenda.
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¿Cuándo contactar con psicólogos especialistas en ansiedad?
Consulta con psicólogos especialistas en ansiedad en los siguientes casos:
- Si la ansiedad interfiere en tu vida cotidiana (trabajo, relaciones sociales, actividades rutinarias) dejando de hacerlas.
- Si te resulta difícil controlar tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad y te causan malestar.
- Si además de ansiedad, tienes problemas de depresión, consumo de alcohol o drogas u otros problemas de salud mental.
- Si tienes pensamientos recurrentes o conductas suicidas. En este caso, acude inmediatamente a urgencias.
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Recibe la ayuda de psicólogos especialistas en ansiedad que necesitas. Es hora de tomar el control y las riendas de tu vida y eliminar esa ansiedad que tanto interfiere en tu vida.
Desde Serendipia Psicología te ofrecemos un tratamiento integrador y eficaz con el objetivo de mejorar tu calidad de vida y bienestar emocional a corto y largo plazo.
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