Si has sido recientemente madre o padre, o bien estáis a la espera de vuestro primer hijo, seguramente se os hayan pasado muchas preguntas y miedos por la cabeza como: ¿seré buen padre/madre?, ¿sabré lo que le pasa cuando llore?, ¿Cómo evito que se ahogue?
Si te sientes identificado/a con estás dudas y otras muchas, sigue leyendo.
Cuando tenemos un hijo, sobre todo cuando somos padres primerizos, es muy común que las personas a nuestro alrededor se sientan en confianza para dar su opinión con respecto al estilo de crianza. Empiezan a decir que ellos hacían esto de alguna u otra manera o incluso ponen como ejemplo la propia crianza que se les dio a ellos cuando niños, sin tomar en cuenta que así al cambiar los tiempos, las estrategias que daban resultados anteriormente pueden no ser las más adecuadas para esta época.
No hay manera de que estos comentarios paren porque muchos de ellos vienen de parte de la misma familia (suegros, tíos, hermanos, padres, entre otros). Esto puede crearnos confusiones porque algunos de esos consejos pueden tener anularse entre sí. Por eso lo mejor que se puede hacer como padres es confiar en tu instinto y tener una actitud mental positiva al respecto. Si tienes una mentalidad sana, eso se reflejará en tus hijos.
Es importante resaltar que tanto cada hijo como familia es distinta, por lo que algunos consejos que te dé cierta persona con toda su buena intención porque funcionó en sus pequeños, no quiere decir que debe funcionarte también a ti al pie de la letra. Así que no debes sentirte frustrada cuando no obtienes los resultados que deseabas.
Los errores en los padres son normales y no podemos esperar ser perfectos porque por más que tratemos siempre habrá algo que se saldrá de nuestras manos. Estamos tratando con personas, no con objetos así que la palabra perfección no tiene cabida. Eso sí, siempre tratamos de dar lo mejor de nosotros y esforzarnos para seguir creciendo y poder cumplir con nuestra responsabilidad de la manera más idónea posible.
He escuchado a algunas personas escudarse en que no existen manuales para padres o clases que enseñen todo lo que se necesita saber para criar a los niños exitosamente, que todo debe ser empírico. Permítanme diferir.
Existen múltiples autores que se especializan en la crianza, así como diferentes profesionales que se han dado a la tarea de investigar para poner al alcance de todos los padres herramientas en las cuales apoyarse durante diferentes situaciones que ocurren durante la infancia.
Entre esos expertos también se encuentran los investigadores de desarrollo humano en Harvard, quienes publicaron recientemente un estudio que revela ciertos lineamientos que deben seguir los padres para criar a sus hijos con valores y principios. Esto con el fin de que posteriormente dichos niños puedan integrarse a la sociedad como miembros valiosos de la misma.
Entre esos lineamientos se encuentran los siguientes:
- Modela con tu comportamiento: todos queremos inculcarles valores a nuestros hijos, pero este mensaje no llega lo suficientemente claro cuando nuestras acciones dicen cosas distintas a nuestras palabras. No podemos decirles a nuestros hijos que deben ser honestos y hablar siempre con la verdad, pero a la vez pedirles que mientan por nosotros. A esto se le llama coherencia.
Los niños copiarán tu forma de actuar porque eres el ejemplo más cercano que tienen y ellos se encuentran en pleno aprendizaje. Esto no quiere decir que no puedas cometer errores, claro que lo harás, es inevitable, pero cuando esto ocurra, discúlpate por tu error y asegúrate de que vean tu arrepentimiento, así como la manera en que solucionarás el problema.
- Se afectuoso y pasa tiempo de calidad con tus hijos: cuando compartes con ellos podrás modelarles mejor tus valores para que ellos los copien. Si tú eres cariñoso con ellos, ellos lo serán, si demuestras afecto, ellos se sentirán cómodos haciéndolo también.
El tiempo de calidad es uno en el que puedan intercambiar ideas, conversar fluidamente y hacerte partícipe activamente en sus vidas. Es un momento para retarlos a esforzarse, para elogiarlos por sus logros, dar muestras de apoyo y resaltar sus virtudes para fortalecer la confianza en sí mismos.
Si los chicos no están acostumbrados a esto y tú tampoco, empieza haciendo preguntas que requieran respuestas abiertas y escúchalos con atención para ganarte su confianza. Cuando pasan tiempo de calidad juntos el lazo se fortalece y puede ser un buen momento para reforzar la educación que estos deben tener al conversar con otros.
- Inculca la amabilidad como uno de los valores fundamentales: y para lograr esto deberás regresar al punto 1 (dar el ejemplo). La amabilidad debe ser para con todas y cada una de las personas sin discriminación. Para enseñar esto puedes colocar ciertas tareas a tus hijos como preguntar a las personas cómo se sienten y esperar la respuesta, a pensar en cómo se sentirá el otro cuando le hablan de una u otra manera, entre otros.
El resultado de esto en la crianza será formar niños mucho más empáticos que se preocupen no solamente por el bien propio, sino el colectivo. También es importante que los niños no solo consideren importante el bien de su pequeño colectivo, es decir su familia y amigos. Claro que esto tendrá prioridad, pero también es necesario que los niños conozcan otro tipo de problemas reales que afectan a grupos grandes de personas.
Una buena idea es llevarlos a hacer voluntariado por causas de personas menos afortunadas y enseñarlos a ser más conscientes con el ambiente y la naturaleza para que ellos también se vuelvan parte del cambio. Estas experiencias les ayudarán a ser más compasivos con otros, menos egoístas y agradecidos por lo que tienen.
- Otorga responsabilidades: no solamente las tareas y el colegio deben ser su responsabilidad. Al vivir en una casa de la que se benefician un tip para darles responsabilidades a los niños es incluyéndolos en las labores del hogar.
Por ejemplo, recoger sus juguetes y ordenarlos después de usarlos, hacer la cama al levantarse, mantener sus zapatos limpios, fregar los platos después de la cena, limpiar la caja del gato, regar las plantas entre otros. Tener establecidas responsabilidades para cada uno de ellos les ayudará a adaptarse, a ser puntuales y a que las acciones tienen consecuencias, por supuesto, todo esto acompañado de conversaciones al respecto.
Cuando crías a un niño responsable este lo seguirá siendo por mucho más tiempo y según Gananci entre las cualidades más importantes para que una persona triunfe en la vida es que esta tenga sus prioridades bien establecidas y se pueda encargar de todas -sin deshacerse de ninguna- logrando un equilibrio.
- Habla acerca de las emociones: a muchos adultos les cuesta hablar de esto y una de las razones puede ser que no fue una conversación que tuvieron con frecuencia durante la infancia. Enséñales a tus hijos que está ben sentirlas y que es parte de lo que somos, sin embargo, no debemos dejarnos arrastrar por ellas. Al contrario, también se debe enseñar que las emociones pueden ser controladas y es lo más saludable para que no existan arrepentimientos en el futuro.
- Enséñalos a ser resolutorios: buscar y encontrar soluciones a los problemas es una de las cosas que más haremos durante nuestra vida, así que otorgarles esas herramientas a los niños desde temprana edad puede ser algo muy valioso.
Conversa con ellos acerca de la importancia de hablar para resolver los problemas interpersonales y ofrécete como apoyo para ayudarlos a resolver sus propios problemas. Todo esto sin desperdiciar la oportunidad de elogiarlos e inyectarles confianza en sí mismos para que sepan que son capaces de enfrentar cualquier situación que se les presente.
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