Puede que no sepas que es una “parasomnia”, pero seguro que has hablado o has escuchado hablar de personas que caminan o hablan dormidas.
Pero, ¿eso realmente existe?
Tomamos las parasomnias como algo muy fantástico, muy poco común o de películas, pero son más frecuentes de lo que crees.
¿Quieres averiguar qué son las parasomnias y los tipos que existen? ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las parasomnias?
Como te adelantaba, las parasomnias son bastante frecuentes solo que, al no saber todos los “problemas” que se consideran como tal, quizá creemos que casi no suceden.
Para empezar, explicar que son aquellas conductas, estados de ánimo o comportamientos que se dan mientras una persona está durmiéndose, durante su sueño o cuando se está despertando. Es decir, se consideran parte de los Trastornos del sueño que recoge nuestro “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM).
Entonces, si he hablado dormido/a en una ocasión, ¿ya tengo una parasomnia? No tiene por qué considerarse un acto aislado como un trastorno del sueño en sí.
Para que se pueda calificar como parte de las parasomnias, estas “situaciones” deben de ser repetidas (no solo una vez o dos) y también tienen que interferir en la vida diaria de la persona quien las padece.
Cuando hablamos de interferir, queremos decir que afecta a su descanso, a su estado de ánimo, a su capacidad de atención y concentración, a su memoria y, en general, a su salud. Incluso, podrían producir agresividad (sobre todo en el Trastorno Conductual del sueño REM, del que hablaremos más adelante).
Las parasomnias suelen tener origen hereditario, por influencia genética, pero también se pueden deber a medicaciones o algún tipo de enfermedad física.
Normalmente, las personas que las padecen, no recuerdan haberlas vivido. De hecho, varias personas descubren que sufren de estos trastornos cuando duermen con otras personas y son estas quienes les comentan lo que han hecho durante su sueño, mientras dormían.
Respecto a quiénes podrían padecerlo, no existe un perfil para todas las parasomnias que existen, pero sí se dan más durante la infancia y quizá la adolescencia y, en casos más reducidos, llegarán a conservarlo ya de adultos. Esto quiere decir que, si es de origen hereditario, aparecerá desde pequeño/a.
El tratamiento de las parasomnias depende de la gravedad del trastorno, es decir, si es leve con tomar algunas medidas de seguridad será suficiente (por ejemplo, retirar aquello con lo que pueda dañarse); pero, si es grave, quizá requiera de medicación.
Tipos de parasomnias según el tipo de sueño
Para entender y clasificar mejor estos tipos de parasomnias, las situaremos según el momento del sueño (o tipo de sueño) en el que se den.
Durante el despertar
Hablaríamos de aquellos trastornos que se producen mientras la persona está despertándose, llegando a la vigilia.
- Despertar confuso: cuando hablamos de este tipo de trastorno, nos referimos a un estado de desorientación intenso que se produce cuando la persona se despierta de forma abrupta y que puede durar desde segundos a minutos. Puede darse en siestas o durante la misma noche. De hecho, la persona que lo padece puede llevar a cabo acciones impropias de ese momento del día (como desayunar en mitad de la tarde o noche, o irse al trabajo cuando no toca) y, cuando vuelven del todo en sí, no saben cómo han llegado hasta ahí (una especia de amnesia).
Durante el sueño No-REM
La gran mayoría de parasomnias ocurren durante el sueño profundo/lento o fase IV (ya hablamos del sueño en el artículo “¿Por qué sueño tanto?”, que te recomiendo leer también).
Durante esta fase profunda, nuestro cuerpo utiliza el sueño como descanso o reparación, por lo que hace por mantenerse lo más inmóvil posible (si el sistema motor se activa, está ocurriendo algo que no es “normal”). Además, como vimos en el artículo que antes te citaba, en esta fase los sueños no son recordados.
- Sonambulismo: se trataría de un conjunto de actividades motoras, cotidianas y sencillas, que la persona realiza estando dormida y sin ser consciente de ello. Estos movimientos son realizados de forma automática y no es posible establecer una comunicación con la persona que vive un episodio de sonambulismo. Suele producirse durante el primer tercio de la noche, pues el sueño No-REM suele ser más extenso que a final de la misma.
- Somniloquia: por otro lado, la somniloquia o somniloquía se trataría de una parasomnia en la que la persona hablaría mientras está dormida, sin ser consciente de ello. Las personas que lo padecen no recordarán lo que dijeron (normalmente serán cosas sin sentido o sobre cosas vividas durante ese día) y, aunque podría parecer que pueden mantener una conversación, probablemente no estén respondiendo a las preguntas que les hagamos de una forma coherente y sí lo haga de forma aleatoria.
- Terrores nocturnos: se trata de vivencias de miedo intenso, puede que acompañado de gritos y agitación, que se producen durante el sueño. Pueden durar segundos hasta minutos y son más frecuentes en niños, quienes lo más seguro sigan durmiendo y no recuerden nada. No se trata de pesadillas, pues ocurren durante la fase profunda del sueño y no en la REM. Pueden deberse a estrés o ansiedad, agotamiento extremo, medicación o estado de ánimo negativo (y en adultos, el alcohol).
- Sexsomnia: esta es de las parasomnias menos conocidas, se trata de una afección por la que la persona puede mantener relaciones sexuales dormida y no recordar nada al día siguiente. Tiene algunas similitudes con el sonambulismo (en ambos casos la persona puede permanecer con los ojos abiertos mientras realiza las actividades, pero está dormida) y abarca desde la masturbación y gemidos hasta realizar actos sexuales con otra persona. Es posible que la persona se despierte en mitad del acto, pero lo más probable es que no lo haga y siga durmiendo plácidamente. Es muy poco frecuente, según la OMS, solamente un 2% de la población la padecería.
- Trastorno Alimenticio Nocturno: otra de las parasomnias más extrañas, que comprende conductas de consumo descontrolado de alimentos o bebidas mientras la persona está dormida. Quien lo padece, puede estar total o parcialmente inconsciente mientras preparada la comida y la come y, como los trastornos anteriores, no lo recordará (o poco). Este trastorno puede ser peligroso, pues la persona puede ingerir productos en mal estado o no aptos para el consumo.
- Síndrome de las piernas inquietas: o enfermedad de Willis-Ekbom, se trata de un impulso irrefrenable de mover las piernas (y/o brazos) durante el sueño, aunque también puede ocurrir durante la vigilia. Es una enfermedad neurológica y suele ser crónica. Esta necesidad suele producirse más por la tarde o noche, en momentos de descanso, por lo que puede dificultar dormirse o mantener el sueño.
- Jactatio capitis nocturna: esta parasomnia consiste en realizar movimientos repetitivos y esterotipados durante el comienzo del sueño, fases I y II, de la cabeza u otra parte del cuerpo. Se suele dar sobre todo en la infancia y, aunque se desconocen sus causas, existe la hipótesis de que se trate de una simulación del mecimiento que usamos para que concilien el sueño.
- Calambres: los calambres nocturnos consisten en rampas musculares que se producen durante el sueño, principalmente en piernas y pies. Las contracciones musculares son dolorosas, súbitas y espontáneas. Suele predominar en personas mayores, aunque también puede ser común en embarazadas.
- Bruxismo: el bruxismo es una de las parasomnias más comunes (aproximadamente el 70% de la población española lo ha sufrido). Consistiría en apretar la mandíbula y rechinar los dientes mientras se duerme, haciendo que estos se desgasten y cause gran dolor. Suele aparecer durante la adolescencia y es totalmente inconsciente. Aunque no existe un origen consensuado, existen diferentes teorías, siendo la más apoyada la del estrés.
- Enuresis nocturna: es miccionar u orinar de forma inconsciente en la cama mientras se duerme. Hablamos de no saber controlar la retención de orina y soltarla de forma involuntaria. Puede deberse a diferentes causas: problemas emocionales, problemas hormonales, problemas de sueño (no despertarse cuando tenga ganas o terrores nocturnos), otras enfermedades, genética,…
Durante el sueño REM
Por último, existen parasomnias durante la última de las fases, la REM. Es en esta fase donde se producen los sueños de los que sí nos acordamos (si despertamos durante o después del mismo) y donde consolidamos el aprendizaje y la memoria.
Veamos las parasomnias características de esta fase del sueño:
- Parálisis del sueño: esta parasomnia se caracteriza por la incapacidad de poder moverse o hablar voluntariamente nada más conciliar el sueño o al despertar, estando consciente en todo momento. Es decir, sería que nuestra mente despierta antes que nuestro cuerpo. Puede durar desde segundos o hasta minutos, pero puede ser muy agobiante para quien no comprende qué está ocurriendo. Es muy común entre la población y muchos hemos vivido algún episodio en algún momento de nuestra vida. El problema viene cuando es algo repetido y sí afecta a la persona que lo sufre.
- Pesadillas: todos sabemos qué son las pesadillas y hemos tenido varias a lo largo de nuestra vida. Entonces, ¿tenemos todos parasomnias? No, como he comentado al principio, solo consideramos parasomnias cuando interfieren en nuestro día a día y repercute en nuestra salud mental y física. En esta categoría entrarían aquellas pesadillas agobiantes repetitivas en corto tiempo que nos dificultan conciliar y /o mantener el sueño. Sobre todo, serían aquellas que sufrimos tras vivir un hecho traumático y desarrollar un Trastorno por Estrés Post-traumático, por medicación o por estrés intenso, por ejemplo. Al contrario que los terrores nocturnos, estos malos sueños sí se recuerdan.
- Trastorno Conductual del sueño REM: se trata de un conjunto de movimientos bruscos (muchas veces violentos), sonidos vocales y falta de atonía (mayor movimiento del normal durante la fase de sueño REM) durante un sueño muy vívido, normalmente desagradable. Estos sueños también se recuerdan. Puede ser un peligro para la persona que lo sufre y/o para la que duerme con ella, pues no controla dichos movimientos violentos.
Como verás, muchos de esos problemas que tenemos a la hora de dormir, ahora sabemos que se tratan de parasomnias o trastornos del sueño y que tienen, normalmente, una causa y un tratamiento.
¿Las conocías todas? ¿Te gustaría que hablásemos en profundidad sobre alguna de ellas? Cuéntanos en comentarios.